Antes de comenzar, querría tener unas palabras de apoyo para los damnificados de Lorca. Han pasado ya varios días desde las visitas de príncipes y jefes de gobierno y desearía que todas sus promesas se hicieran realidad lo más pronto posible y en los mejores términos. Adelante Lorca.
Y ahora quisiera centrarme en la revolución pacífica del 15M llevada a cabo por nuestros jóvenes en España y que ya hemos exportado a otros puntos del planeta.
Hay cosas que nos reconcilian con la Humanidad y esta ha sido una de las que ha tenido ese efecto para mí. Me emociono cuando veo las imágenes de esa juventud que por fin ha salido a la calle hartos de aguantar los despropósitos que desde todos los estamentos tenemos que soportar los ciudadanos. Ánimo, jóvenes del 15-M. No podemos desfallecer. Habéis hecho lo más importante que es prender la llama; de nosotros depende que este movimiento pacífico y dialogante comience a cambiar las cosas en nuestro país.
Me he preguntado muchas veces dónde estaba la juventud batalladora, ilusionada, revolucionaria, la que quiere cambiar el mundo, la que no ve ningún escollo en pedir lo imposible... porque la juventud tiene que ser así, debe sentirse con la fuerza suficiente para cambiar el mundo con solo su deseo. Ya creía que la juventud había cambiado su forma de ser y que revoluciones como el Mayo francés no serían posibles pero, gracias a Dios, me equivoqué, y esa juventud por la que yo suspiraba ha salido a la calle creyendo en ellos mismos y en todos los ciudadanos de a pie, creyendo en la fuerza que las personas normales podemos llegar a desplegar y que tienen que hacer reflexionar a todos los que detentan algún nivel de poder hasta que cambien su forma de hacer o dimitan.
Nuestro sistema está periclitado, no sirve, la putrefacción se puede sentir a kilómetros de distancia, se ha prostituido y todo aquello que se ideó como mejor para el bienestar de la gente se ha vuelto contra el pueblo, el cual ha sido utilizado para intereses particulares y partidistas hasta la saciedad. Tiene que haber una alternativa al sistema capitalista y al comunista pues ambos han demostrado que no pueden mantenerse por mucho tiempo. Acaban falseados y al servicio de intereses espurios. Nuestra escala de valores está haciendo aguas y debemos reinventarla. Basta ya de valores como poder y dinero. Basta ya de aparentar lo que no se es. Basta ya de aguantar a tipos imputados, acusados y condenados. Basta ya de que todos los políticos de cualquier tendencia quieran aprovecharse de vuestra fuerza. Basta ya de falsear las intenciones. Basta ya de que la gente se mueva por mecanismos viscerales sin que sus decisiones estén gobernadas por sano juicio crítico. Basta ya de engaños. Basta ya de que otros creen una mentira económica y desde el poder se les subvencione para que sigan teniendo beneficios y se cargue la crisis a las personas de base que nunca pudieron influir en lo que ha pasado. Basta ya...
Jóvenes del 15-M, os agradezco profundamente lo que estáis haciendo. Nos corresponde a todos pero los jóvenes debéis ser quienes llevéis la batuta. El mundo se ha quedado sorprendido de vuestro pacifismo, de vuestro buen hacer, de la razón que lleváis. Salvadnos, por favor. Solo vosotros podéis hacerlo. Y resistid porque tenéis las de ganar. Quien os desaloje de donde estáis os convertirá en mártires y, por ello, con más adeptos, así que no lo hará nadie. Nadie, ningún gobierno municipal, autonómico o estatal se atreverá a interrumpir vuestra protesta porque todos conocen el coste que tiene dicha intervención. Pero sed cautos porque todos quieren apuntarse vuestra protesta en su haber sin darse por enterados de que la misma va dirigida en todas direcciones por igual, que queréis un cambio axiológico que nos haga mejores, que nos haga crecer como personas. Que nadie capitalice vuestro trabajo porque lo vuestro ha sido un movimiento espontáneo y serio, respetable porque respetáis, intrínsecamente bueno por vuestras pretensiones, justo porque habéis reventado después de mucho anguantar, loable porque alguien tenía la obligación de hacerlo, esperanzador porque muchos se os están uniendo y eso quiere decir que representáis intereses humanos universales...
Gracias, jóvenes del 15-M, por dejar que me ilusione...
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