lunes, 21 de junio de 2010

El lenguaje superfluo

Últimamente estamos asistiendo a un espectáculo un poco curioso: ya no llamamos las cosas por su nombre sino que damos un circunloquio para decir lo que antes nombrábamos con una sola palabra.
Parece que diciendo las cosas con más palabras y menos específicas somos más cultos, cuando, en realidad, es justo lo contrario. La riqueza del vocabulario consiste en saber la palabra concreta que hay que utilizar en cada ocasión para hacernos entender. Cada vez que utilizamos más de una palabra cuando existe el vocablo adecuado se evidencia que nuestro léxico es reducido.
Pero, a veces, la cosa llega a extremos ridículos porque los términos en cuestión que sustituimos por largas cadenas de palabras son de lo más normal. Conocidos por todo el mundo.
En mi garaje han colgado un cartel que dice: "Hagan el favor de esperar a que la puerta realice el ciclo de cierre". Quiere decir que nadie se vaya antes de que la puerta se cierre para evitar que entre algún ladrón o intruso. ¿No habría sido más lógico decir: "Esperen a que la puerta se cierre"?
Hace años -no sé si todavía circulará por ahí- en un folio habían puesto tres columnas de palabras. Cuando combinabas aleatoriamente una voz de cada columna te salía una frase que no decía nada pero quedaba de lo más bonita. Era una supuesta guía para mítines políticos.
Si nos fijamos, vemos que estamos rodeados de este tipo de frases
Fíjense, por favor, en las ofertas de trabajo que aparecen en los periódicos. Ya no hay Jefes de Personal, ahora son Directores del Departamento de Recursos Humanos, los Vendedores o Representantes de toda la vida son ahora Key account manager o Promotores de Ventas, un Jefe de Equipo de Ventas domiciliarias es ahora un Responsable de Equipo en Puerta Fría, etc.
Bien, que hagamos estas cosas las personas corrientes es perdonable, pero, hace dos meses, envié el original de una novela a una editorial para su evaluación como publicable y me respondieron diciendo, entre otras cosas: "estamos interesados en publicar narrativa larga de ficción". ¿Eso no ha sido toda la vida una novela?


Pobre lenguaje ¡qué mal lo tratamos!



2 comentarios:

  1. Sr. Arnau, pues ya que Vd. ha escrito una obra narrativa larga de ficción, espero que dicha empresa cultural dedicada a la evaluación, confección y difusión de libros, haga el favor de poner a disposición de los lectores - previo pago, eso sí - su obra y pueda vd. darse la satisfacción de observarla en las estanterías de los establecimientos al efecto.
    Y, si es posible, que venda muchos ejemplares.
    Jose Luis

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  2. Muy bueno su irónico comentario y gracias por sus agradables deseos.

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